viernes, 29 de marzo de 2013

LUCES DE BOHEMIA




Parece un hecho incontrovertible que la democracia en España nació lastrada por una derecha que venía de la noche de los tiempos y una izquierda deseosa de tocar poder cuanto antes. (El tiempo del exilio forzado se reveló un mal consejero). La  aceptación de una monarquía atada y bien atada por el dictador y su defensa contumaz como símbolo de reconciliación, ocupará un lugar de honor en la historia de las claudicaciones. La sumisión a la Iglesia, también. (Todavía recuerdo con espanto la prisa que se dieron en encabezar procesiones y desfiles).

Por eso nadie debería sorprenderse de que esta democracia haya envejecido tan pronto y tan mal. Nunca nos fue beneficiosa la mixtura de borbones y curas. La prodigiosa rapidez en su descomposición nos hace entrever que el bello rostro que nos pintaron no era tal. Bajo el sol inclemente de la crisis, ahora sí, podemos distinguir claramente la espesa capa de maquillaje barato de entre cuyas grietas resurge el rostro viejo y arrugado de la España de siempre; la de Goya y Valle-Inclán.

Adagio final:
Gato blanco o gato negro ¿Qué más da? El caso es que cace los ratones que se esconden tras los espejos cóncavos.

(Homenaje a todos los compañeros, veteranos y alumnos, de la ESAD de Málaga que trabajaron con ahínco y tesón en “Luces de Bohemia” de Valle-Inclán. Teatro necesario y profético, pues tuvo lugar los días anteriores al teatro antiguo y rancio de la Semana Santa).

miércoles, 27 de marzo de 2013

MI VIDA BAJO PALIO.



He de confesar que pasé una parte muy importante de mi vida bajo palio. Pero ya que estoy en el escabroso terreno de la confesión, primero debo definir el sintagma nominal mi vida en relación a importante, para cobijarme después bajo el sustantivo palio

Cuando digo una parte importante de mi vida, me refiero, claro está, a la más tierna infancia y a la juventud primera. Mi tierna infancia estuvo doblemente afectada (¿Deberé decir afligida?) por mis culpabilidades freudianas acerca de la sexualidad infantil y por una esquizofrenia galopante, pues en vez de una madre tuve dos que después fueron tres. Una madre maternal y terrestre y otra madre celeste y virtual a la que tenía que querer por encima de la madre nutricia. 

Esto me ocasionó una gran perturbación pues, a pesar de lo que me decía mi propia madre en contubernio con la tercera madre, llamada también santa madre iglesia, yo quería mucho más a mi madre primigenia que no a una señora llorosa y dolorosa, con muchos puñales en el pecho y nombres muy tristes que aparecía continuamente en estampitas, escapularios y procesiones.


Y para más inri, dicha señora, mediante la intermediación del director de la escuela que era un Tartufo redomado, me obligaba a rezar interminables oraciones todas las tardes del mes de mayo, justo cuando las pulsiones freudianas surgían todas juntas con la fuerza de un volcán. Dado mi natural pudor, no las explicitaré una por una. Baste decir que, durante aquellas interminables y soñolientas tardes, apuré amargamente el cáliz del aburrimiento soporífero y de la angustia.
Angustia y aburrimiento que se perpetuaron en mi juventud primera cuando llegaba la semana santa. No había un año que no tuviera su semana santa en este país bajo palio.


El palio era inmenso. Ocupaba todo el país de Norte a Sur y de Este a Oeste y tuvo una duración inicial de cuarenta años en que gobernó un general provisto de una gran capacidad de mando gracias al brazo incorrupto de una santa. Según los entendidos, el brazo incorrupto era muy milagroso. Adornó al general con un dechado de virtudes que practicó en grado máximo, entre las que cabría destacar la de ser un gran vigía en Occidente, un pescador inigualable y un incansable inaugurador de pantanos, como pude comprobar en unos documentales obligatorios que ponían en el cine cuando mi madre verdadera me llevaba a ver una película de John Wayne. También se destacó por una asombrosa capacidad para firmar documentos muy importantes después de comer, con el café.


Este general, en contubernio con la tercera y santa madre iglesia, siempre que iba a entrar en un templo, lo hacía con gran fanfarria medieval de maceros y pínfanos, debajo de un palio, al igual que mi segunda madre impostora cuando la sacaban en su trono correspondiente por semana santa. Salía todos los días de la semana, detrás del trono de su hijo que iba sufriendo diferentes suplicios y torturas infligidos por una retahíla de gente malvada entre las que sobresalían los judíos, los masones y los rojos, gente toda que, además de perversa y diabólica, odiaba vivir bajo palio.


El caso es que en aquella época uno no podía salirse del palio aunque quisiera. Por ejemplo, uno ponía la televisión única y, cuando no había procesiones, había música sacra. Uno decía: “Pues si no puedo ver la televisión, me iré al cine”. Pues tampoco, porque cerraban los cines y los teatros y los campos de fútbol y las discotecas y todo lo que fuera entretenimiento o diversión que, como su propio nombre indica, significa desviarse de las cosas serias como son las unidades universales de destino bajo palio.


Por eso, aún hoy, me cuesta entender cómo en el Sur mucha gente que padeció aburrimiento y angustia, incluso persecución por la justicia del general en contubernio con la Iglesia, llega la semana santa y se pone bajo palio, asiste fervorosa a las procesiones o cuelga en las redes sociales preciosas fotos de hijos sangrantes y madres dolidas.  Tampoco entiendo muy bien cómo es posible que todas las cadenas de radio y televisión autonómicas retransmitan sin interrupción desfiles y fanfarrias y no haya un periódico local que no abra su portada con una foto abracadabrante adornada con un titular cofradiero de un lirismo exultante como: “Málaga se rinde al Cautivo” o “La Pasión del Sur”. Parece como si no hubiera pasado el tiempo.


Nota sin importancia:
Es muy posible que surjan voces que me digan que la semana santa no es cuestión de un tiempo concreto sino de un tiempo metafísico que hunde sus raíces en la tradición. Posiblemente tengan razón, aunque yo más bien me inclino a pensar que es una cuestión de tiempo meteorológico. En el Sur el sol es inclemente y la gente necesita ponerse bajo palio. Prueba de ello, es que, ahora que repaso lo escrito, me doy cuenta de que he puesto dos veces contubernio que es una palabra que usaba el general cuando se ponía estupendo.




lunes, 25 de marzo de 2013

LLAMANDO A LAS PUERTAS DEL PARAÍSO




Lo llevaba pensando desde hacía algún tiempo. El suficiente para que la idea disparatada, que me asaltaba de vez en cuando, pasara a formar parte de la rutina diaria y se incrustara después como un alien en mi cerebro hasta convertirse en un sueño recurrente. Lo que al principio era una idea a plena luz del día, que se presentaba de improviso en el supermercado o en la papelería, se había vuelto oscura, amparada sin duda por la nocturnidad. Todavía no había descendido al infierno de la pesadilla, pero estaba llamando a sus puertas, lo cual significaba que cada vez me sentía más inclinado a llevarla a cabo.
Hará dos semanas soñé algo distinto. Sin embargo sabía, con la certeza del sueño dentro del sueño, que lo soñado sí tenía que ver, y mucho, con la recurrencia del sueño principal. Mi mente había creado un sueño adjunto. Básicamente se trataba de un recuento de mis habilidades, algunas figuradas, otras reales y todas oníricamente traspuestas.

Al día siguiente, en plena vigilia, me di cuenta que las habilidades que más resaltaron en el sueño eran las reales y que tenían que ver con lo social, como mi facilidad para entablar relación con desconocidos, una notable capacidad para la oratoria y una memoria innata, practicada en un oficio que ya no me daba para comer.

Eso fue el detonante. Las ensoñaciones me mostraban un camino nuevo, un cambio radical en mi vida, que me conduciría al éxito, a un mundo confortable y seguro, a prueba de vicisitudes y contingencias. Sabía que reunía los requisitos necesarios para triunfar y además en un grado bastante elevado. Sólo me faltaba dominar el sentido de culpa y hacer más sumisa esta inteligencia mía, demasiado habituada al orgullo.
Fue entonces cuando emprendí la búsqueda del sueño que me eximiera de mis remordimientos y mis miedos. Lo tuve hace tres noches. Soñé con la película Match Point que había visto varias veces, deslumbrado por la perfección de la trama y por su insólito y edificante final.

Me vi jugando al tenis, asistiendo a la Ópera, escalando irresistiblemente en las empresas de mi suegro, seduciendo a la mujer de mis sueños y gozándola hasta urdir la estrategia que me liberaba por completo de sus apremios y me instalaba definitivamente en el paraíso.
Al día siguiente, no lo dudé. Me puse un traje oscuro, una corbata a la moda y solicité mi entrada en varios partidos políticos. Cualquiera me valía. Sólo era cuestión de suerte.

viernes, 22 de marzo de 2013

LA ORQUÍDEA, EL TIGRE Y YO



El día que vino la primavera se abrió con exactitud matemática la primera flor de la orquídea. Lleva cinco años conmigo asistiendo muda a este tecleo incesante. De todos los objetos que componen la mesa de estudio; libros, cuadernos, ordenadores, atlas, lápices…la orquídea y yo somos los más antiguos. Permanecemos fieles el uno al otro con una fidelidad instintiva. Yo la riego una vez a la semana y ella me ofrece sus flores hasta bien entrado el otoño. Jamás se me ha ocurrido hablarle. Ella tampoco. Ni tan siquiera lee lo que escribo. Yo, a cambio, me olvido a veces de su presencia.

Quiero decir con esto que entre nosotros no cabe la metáfora. Ella asiste muda al paso de los años por mis canas y yo, de vez en cuando, miro en su interior donde permanece agazapado un tigre.
A veces, muy pocas, siento la tentación de hacer poesía a su costa pero lo evito inmediatamente. Ella, a cambio, se resiste a convertirse en mi espejo. Formamos una buena pareja.

Nota importante:
El avispado lector  probablemente habrá pensado que he escrito una metáfora cuando he dicho que en el interior de la orquídea vive agazapado un tigre. Nada más lejos de la realidad. Cada vez que viene una visita a mi casa, la invito a entrar en mi cuarto de estudio para que mire a la orquídea y me diga qué ve en su interior. No hay nadie que no me haya dicho con cara de asombro que dentro vive un tigre.

miércoles, 20 de marzo de 2013

ESTALLIDO.


Se producirá cuando los abuelos no puedan sostener ya a los padres y a los nietos. Entonces los padres saldrán por fin de las multipantallas con que los alienaron y se irán a por quienes los despidieron.

lunes, 18 de marzo de 2013

TEOLOGÍA Y LIBERACIÓN.


Frente a la Teología de la Liberación siempre preferiré la liberación de cualquier Teología.
(Con todos mis respetos por las luchas sociales del movimiento).

sábado, 16 de marzo de 2013

OSTENTOSA DIFERENCIA.



Una persona inteligente luchará toda su vida contra las ideas preconcebidas.
Un imbécil morirá sepultado por ellas.

miércoles, 13 de marzo de 2013

LATÍN PARA NO CREYENTES.


Va el profesor de latín y dice:" Pónganme Habemus Papam" en el latín de Cicerón y no en el de la Iglesia de Roma:
-Habent Papam catholicae gentes, escriben sus alumnos más aventajados.
-Ego  vobiscum sum, responde el profesor
Y los alumnos rematan:" E cum spiritu tuo non credente"

lunes, 11 de marzo de 2013

LA MEMORIA DEL ACTOR EN UN ESCENARIO

Cuando la mente se hace música y crea una coreografía de palabra y movimiento

viernes, 8 de marzo de 2013

OBRA DE TEATRO



Desde un punto de vista estrictamente sicológico, una obra de teatro es una pieza sinfónica dirigida por un director de orquesta y actuada por unos ejecutantes que interpretan una composición musical mediante el uso correcto de sus voces en lo que se refiere a registros, tonos y pausas.
¿Y la sicología? La pone el público en complicidad con el autor.

lunes, 4 de marzo de 2013

HOMOSEXUALIDAD Y LÓGICA O LÓGICA DE LA HOMOSEXUALIDAD.


Resulta evidente que si todas las parejas de la especie humana, o un número muy alto, fueran homosexuales, nuestra estancia en el mundo tendría fecha de caducidad.
Tan evidente como si gran parte de la humanidad se hiciera cura o monja católicos y cumpliera estrictamente con el voto de castidad (cosa bastante difícil si pensamos en la cantidad de papas que a lo largo de la historia han tenido hijos que, a su, vez obtuvieron el papado por herencia), eso si no tenemos en cuenta que un número indeterminado de los mismísimos curas y monjas católicos entrarían de lleno, por cuestiones meramente estadísticas, en la homosexualidad más contumaz y practicante como se acredita continuamente por lo múltiples casos de pederastia. (La homosexualidad, como la heterosexualidad no tiene nada que ver con la pederastia salvo que se sea monja o cura católicos).

Conclusión: 
Es altamente improbable, por no decir que imposible, que, de mantenerse los índices de casamientos católicos con fines procreativos (véase las fecundísimas parejas del Opus Dei) más los casamientos normales de parejas católicas o no y si no sube exponencialmente el número de homosexuales, fueran o no curas y monjas católicos, es imposible que la especie humana corra el más mínimo peligro.

Nota muy importante:
Sólo alguna especia humana, en concreto la española, podría extinguirse de persistir las humillantes condiciones económicas que nuestros gobernantes nos están imponiendo pero, ahora que lo pienso, también resultaría imposible dado el número de humanos españoles que están emigrando al extranjero(¡Quien sabe si España seguirá existiendo en otros acogedores lugares como Laponia, Groenlandia!) y, sobre todo, si tenemos en cuenta el altísimo número de chorizos que, al esquilmar las arcas públicas, no tendrán inconveniente en tener todos los hijos de todas las mujeres que su expolio les permita. La procreación queda, de este modo, totalmente asegurada.¡VIVA ESPAÑA!

viernes, 1 de marzo de 2013

LA LLUVIA.




Con los poderosísimos Mass Media actuales, surgió un nuevo arma de manipulación masiva de un efecto demoledor sobre las conciencias. La infantilización de adultos que siguen siendo niños caprichosos, pegados como lapas autistas a sus pantallas. Mis ojos han visto multitudes de jóvenes enfervorizados a las puertas de los grandes almacenes esperando comprar la última tecnología producida por el Gran Gurú del Vacío; una nueva versión de una nueva versión de la Nada.

También he visto a grupos en restaurantes, conectados cada uno a sus móviles mientras el camarero esperaba pacientemente a que alguien naciera al Mundo.


He visto muchedumbres disfrazadas de guerreros galácticos o de zombies para asistir al mismo cuento de siempre....Y nada de esto se perderá como lágrimas en la lluvia porque desde las alturas han decretado que no vuelva nunca más a llover.